Si los alumnos no se enseñan a comprender,
analizar eso que leen por consecuencia el resto de las asignaturas se les va a
dificultar y en grados posteriores esas barreras que no atendieron a tiempo,
les impedirán la construcción de nuevos conocimientos, aquí es donde se ve
implicada la dificultad que genera en los estudiantes la redacción de los
textos, donde se ve implícita la organización y coherencia de ideas al
plasmarlas por escrito. Es por ello que un docente debe adaptar las planeaciones, estrategias, actividades a trabajar a las necesidades del grupo, que a los escolares les permitan avanzar en sus aprendizajes.
Haciendo una comparación con respecto a
las dos intervenciones realizadas, uno de los avances obtenidos fue la
seguridad, confianza y actitud que fue mostrada al estar frente al grupo; así
como la aplicación de estrategias que permitieron el control de grupo dentro
del aula, no siempre fue así, en momentos si se presenció desorden, pero existió un avance significativo. Se
considera al igual que la comunicación y dialogo constante hacía con los
educandos, el monitoreo de las actividades trabajadas en las diferentes
asignaturas fueron una fortaleza en esta jornada de prácticas.
El trabajo docente implica estar en
constante aprender y reaprender, así como en todo momento debemos estar
abiertos al cambio e intentarlo hasta que esos errores cometidos se vuelvan
nuestra fortaleza en la práctica educativa docente; siempre con esfuerzo,
humildad, ganas y actitud podremos lograr los objetivos que han sido planteados
colocando siempre al alumno como protagonista de nuestras clases donde la
motivación funge un papel importante al igual que establecer una finalidad
clara y alcanzable desde el principio, donde los educandos se darán cuenta que
la sociedad va a apreciar eso que se está llevando a cabo.
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